TLC MEXICO - CHILE
05.10.2013 21:11
México es un socio comercial de primer nivel para Chile. En 2004, fue el segundo
destino de las exportaciones chilenas en América Latina y el séptimo a nivel
mundial.
• Entre Chile y México existe una verdadera zona de libre comercio. El TLC bilateral
es un acuerdo comercial maduro: la desgravación arancelaria se inició en 1992 y,
actualmente, el 99,7% de los envíos está totalmente liberado.
• El comercio con México es el que ha tenido la mayor tasa de crecimiento desde
mediados de los noventa y el TLC bilateral es el mejor evaluado, tanto por el sector
privado como por el gobierno. No sólo ha creado comercio, sino también una
institucionalidad para ir resolviendo los diferendos comerciales.
• El comercio entre ambos países es muy diversificado. En las exportaciones
predominan los envíos de productos no tradicionales, con valor agregado y en las
importaciones destacan los bienes intermedios y de capital.
• El intercambio comercial entre Chile y México bordea los 1.900 millones de dólares
anuales. El saldo de la balanza comercial ha sido superavitario para Chile desde
1999; en el año 2004, este saldo alcanzó los 727 millones de dólares.
• En el año 2004, las exportaciones de Chile a México ascendieron a más de 1.314
millones de dólares, mostrando un incremento del 39,4% en un año. Las
importaciones desde México, por su parte, llegaron a los 587,2 millones de dólares,
con un incremento anual del 28,6%.
• Durante este período, participaron en el comercio bilateral 897 empresas
exportadoras enviando una variedad de 1.276 productos, mientras que 1.502
empresas importadoras internaron una variedad de 1.777 bienes.
• Entre 1994 y 2004, Chile acumuló inversiones en México por más de 127 millones
de dólares. Por su parte, en ese período, México materializó inversiones por 290,5
millones de dólares en Chile. Durante 2004, la inversión materializada de capitales
mexicanos en Chile, alcanzó los 141,3 millones de dólares y la inversión chilena en
México alcanzó los 1,8 millones de dólares. Ambos inversionistas representan
menos de un 0,6% de la inversión extranjera total en el respectivo país